La etapa entre Sarria y Portomarin es siempre la jornada en la que los nervios y emociones del comienzo de nuestra experiencia salen a la luz, al igual que nuestros temores a como resistirán nuestros cuerpos los primeros 21 km de nuestra caminata.
La levantada fue a las 7 de la mañana. Después de un breve pero reconstituyente desayuno y dejar recogido el albergue, salimos para hacernos la foto oficial de la experiencia en el cruceiro de Portomarín.
Este año y con la lluvia caída, los paisajes gallegos estaban más verdes que nunca. A lo largo de la jornada, muchos ven por primera vez un hórreo y preguntan para que sirven, ven tan de cerca una vaca o escuchan hablar en galego... 21 km mas tarde llegamos a nuestra meta: Portomarin. Allí el pantano cubre este año el antiguo pueblo porque rebosa, la iglesia de San Juan trasladada piedra a piedra a su nueva ubicación majestuosa presidirá nuestro descanso para emprender mañana nuestro caminar hacia Palas de Rei.
#buencamino
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